Con el paso del tiempo, algunas disciplinas que se creía exclusivas de otras culturas, han sido incorporadas en la porción occidental del mundo, por eso, poco a poco, nos hemos comenzado a familiarizar con ciertos términos o palabras que tienen un origen filosófico muy potente y que se utilizan en momentos y circunstancias especificas.

Todo aquel que alguna vez haya asistido a una clase de Yoga, por ejemplo, habrá escuchado mencionar la palabra Namaste, un vocablo que suele ser repetido al inicio y final del encuentro y que generalmente, lo evoca el instructor con un movimiento particular de inclinación y palmas de las manos unidas a la altura del pecho.

Hoy, prácticamente nadie se sorprendería por una acto de estas características, sin embargo, al momento de tener que explicar a qué se debe esa acción y lo que significa, quizás muchos se queden sin palabras y no puedan dar respuesta. Es por eso que aunque parezca un término muy común en la actualidad, es preciso definir el significado de Namaste, algo que pretendemos llevar a cabo en este artículo.

Aunque la mayoría de las personas podría pensar que la palabra Namaste se utiliza simplemente en el ámbito del Yoga, lo cierto es que se trata de una expresión de saludo, utilizada en Asia del Sur, siendo la India la región identificada como aquella que impulsó su origen y uso. Hoy es empleado en distintas tradiciones budistas y otras culturas asiáticas.

Hay quienes aseguran que la utilización de Namaste equivale a “hola” y “adiós” de la cultura occidental, sin embargo, es un saludo que encierra un significado más complejo y profundo que este.

Si nos basamos en el origen etimológico de esta palabra, debemos decir que la misma proviene de la lengua sánscrita, aquella que se habla en la India, una de las más antiguas y sagradas del mundo. De ahí que la palabra Namaste haya surgido en esta región y que quienes viven allí la usen con tanta frecuencia como su saludo tradicional.

El término Namaste debe ser analizado dividiéndolo en namas y te. Namas indica reverencia, adoración o salutación, mientras que te significa a ti o a usted. De ello se entiende a Namaste como reverencias a ti, adoraciones a ti o salutaciones a ti.

Ahora bien, existe una intención que se le atribuye a la palabra Namaste, ya no sólo entendida como un simple saludo, sino con un significado que va más allá, hacia un lugar más profundo y verdadero. De ahí es que viene la expresión “mi alma se inclina ante tu alma”. Esto está relacionado a la creencia religiosa que implica que, en realidad, el cuerpo no es más que una vestidura y que es el alma lo que perdura, lo que precisamente, utiliza al cuerpo físico como envoltorio, por ello, el saludo abandona la superficialidad, para pasar al interior, al saludo del alma.

Por supuesto que no todo el tiempo se tiene en mente esta clase de concepción al mencionar la palabra Namaste, sin embargo, es importante conocer el alcance y profundidad de un término que poco a poco está alcanzando la universalidad.

Namaste posee entonces, una gran carga espiritual y religiosa, de imploración a lo divino que habita en cada uno de nosotros, los seres humanos. También hay otras interpretaciones más poéticas que se relacionan a este punto, vale aclarar que se trata de interpretaciones occidentalizadas. Una de las más complejas al respecto, quizás sea la siguiente: “yo honro ese lugar en ti en donde habita el universo entero, yo honro ese lugar en ti que es un lugar de amor, de verdad, de luz. Y sé que cuando tú estás en ese lugar dentro de ti, y yo estoy en ese lugar dentro de mí, tú y yo somos uno solo”.

Lo interesante es todo lo que una palabra tan antigua como Namaste puede significar, y como la extensión de esa palabra en distintas partes del mundo puede unirnos y hacernos parte aunque más no sea, a través de un simple saludo.