Sesión práctica de Yoga Nidra

Cuando hablamos de la práctica de una técnica de Yoga tan compleja como la Nidra, es preciso entender que se trata de un proceso que requiere seguir varios pasos. Para quienes recién comienzan con esta clase de disciplina, puede resultar difícil llevar a cabo la práctica en soledad, sin haber tenido un primer acercamiento o entrenamiento incluso sobre el tema.

Es por este motivo, que siempre resulta conveniente, para los principiantes, recurrir a un maestro en la técnica, un instructor que vaya guiando paso a paso, qué medidas adoptar, ante cada nueva etapa. Es un arduo trabajo mental para una persona sin conocimientos y lo ideal es contar con ayuda al iniciar.

Para entender cómo se realiza una sesión práctica de Yoga Nidra, es necesario ir de a poco, detallando cada etapa y cada paso que se debe dar en cada una de ellas.

La primera etapa es la de preparación y relajación. En ella tendrás que colocarte en la posición conocida como Shavasana, es decir, recostado sobre tus espaldas, boca arriba. Debes asegurarte de estar lo más cómodo posible. La postura implica que los pies queden separados y que los brazos caigan a ambos lados del cuerpo, al tiempo que las palmas de las manos permanecen hacia arriba. Es importante que desde el inicio los ojos se mantengan cerrados, aunque si eres principiante puedes ir cerrándolos poco a poco. Es en esta etapa que debes aflojar tu cuerpo y liberar las tensiones musculares y mentales.

Al llegar a la segunda etapa, atravesarás por Sankalpa. Esta se produce luego de haber experimentado el primer momento de relajación. Sankalpa implica evocar una resolución afirmativa, una simple frase corta, pero significativa, en la que confluyan pocas palabras que hagan referencia a alguna característica positiva de ti, que desees destacar o simplemente activar en tu mente. Algunas evocaciones comunes son: tengo confianza en mi mismo, voy mejorando día a día, soy un ser armónico, entre otras. Recuerda que es importante repetir mentalmente tres veces tales afirmaciones. Se trata de despertar algo que quizás está dormido en tu interior, incrementando, de esta forma, tu potencial.

El paso siguiente implica ingresar a la etapa de la Rotación de la conciencia, es este uno de los pasos más complejos. El mismo establece un viaje por las distintas partes del cuerpo. Se trata de un viaje rápido, sin detenerse en un sector especifico. El recorrido debe hacerse siguiendo un ritmo rápido y constante, con las instrucciones del maestro que se encarga de guiar.

Para comenzar, viajarás hacia tu lado derecho, allí llevarás tu atención, comenzarás por tu mano derecha y te trasladarás a cada dedo con su respectiva uña, a la palma de la mano, al dorso, luego seguirás por la muñeca, el antebrazo, codo, brazo, hombro y axila. Después llevarás tu atención al costado derecho, bajando luego a la cintura, cadera, muslo, rodilla, siguiendo por la pantorrilla, tobillo, llegando al talón, a la planta del pie, el empeine y cada uno de los dedos del pie. Repetirás el recorrido del lado derecho unas tres veces.

Shavasana en Yoga Nidra
Shavasana en Yoga Nidra

Luego seguirás por el lado izquierdo, el recorrido de tu atención debe ser el mismo que en el caso del lado derecho. Comenzarás a viajar por la mano y cada una de sus instancias y el viaje te llevará hasta el pie.

Tras ello, será el momento de recorrer la cara anterior del cuerpo, es decir, de arriba hacia abajo. Tu atención se trasladará al área superior de la cabeza, de ahí tendrás que ir moviéndote hacia la frente, la cien derecha e izquierda, cejas, el entrecejo, parpados, ojos, costados laterales nasales, punta de la nariz, pómulos y orejas, hasta llegar a la boca. Allí tu atención se desplazará hacia el labio superior e inferior, a los dientes, la lengua, las mejillas, la barbilla y mandíbula. Luego descenderás al cuello, nuez, clavículas, pecho derecho e izquierdo y centro del pecho, llegando así al abdomen. Como ves el viaje es siempre en forma descendiente. Así seguirás por el ombligo, cintura, vientre bajo, hueso púbico, ingle derecha e izquierda y genitales. El recorrido continúa por los muslos, rodillas, pantorrillas, tibia, tobillos, empeine, hasta arribar a los dedos. Se repite tres veces.

Lo que sigue es colocar la atención en la cara posterior del cuerpo, de abajo hacia arriba. Lo que implica comenzar el recorrido desde los talones, atravesando por las pantorrillas, corvas, muslos, nalgas, caderas, columna vertebral toda, espalda a ambos lados, omoplatos, nuca, hasta alcanzar la zona posterior y luego superior de la cabeza.

Continuarás recorriendo el cuerpo con tu mente, esta vez en las partes internas, por ello, tu atención viajará al interior del cráneo, a los oídos, fosas nasales, la conexión entre nariz y garganta, la cara interna de la boca, esófago, tráquea, pulmones, estómago, por debajo de las costillas, riñones, intestino delgado y grueso.

Este proceso de la Rotación de la conciencia prosigue con el recorrido por las partes principales. La atención debe colocarse en las zonas más importantes y grandes del cuerpo. Cuello, cabeza, brazos, espalda, abdomen y tórax y los órganos internos. Luego será fundamental que comiences a sentir el cuerpo como un todo, precisamente, todo al mismo tiempo.

El final consiste en comenzar de manera muy lenta a incrementar el ritmo de la respiración, de a poco, iniciar moviendo algunas zonas del cuerpo como los dedos y seguir por otras áreas como el rostro, coordinando los movimientos con la respiración, así te prepararas para tomar consciencia de las sensaciones externas del cuerpo.

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